martes, 19 de noviembre de 2013

Las cosas buenas de la vida



La encontramos de casualidad, pidiendo comida a todo el que pasaba por la gasolinera en la que paramos. Hoy gracias a la colaboración de todos está a salvo con sus seis cachorros. Costó días acercarse y hacernos su amigo pero con paciencia, buenas maneras, con cariño y comprendiendola, nos permitió llevarla a un lugar mejor a la espera de una familia y confió en nosotros para cuidar de sus propias crías. Te deseo lo mejor Naria, a ti y a tus cachorros, eres una muy buena perra, cariñosa y noble.

Para posibles adoptantes ponganse en contacto por alguno de estos medios:

www.asociacionaman.com
www.ladridosfelices.org - adopcionesladridosfelices@hotmail.com
giadagola@fastwebnet.it

Una verdadera amistad



Cuando veo estas cosas se me ponen los pelos de punta. Yo creo en ello, me ha costado 39 años de mi vida poder ver realmente lo maravillosos que son los animales, cegado y golpeado por miles de excusas y valores estúpidos que no eran importantes, algunos tenían que ver con el mundo animal y otros con mi propio mundo. Empeñado en buscar la obediencia en los perros, buscando el negocio del adiestramiento canino como una salida laboral diciendome "me gustan los animales y por eso quiero ser adiestrador", agarrandome a convencionalismos y teorias, a miles de cosas que en el fondo no son importantes. Sí, este es mi trabajo, vivo de esto y tampoco puedo olvidarme de ello, pero veo que es mas importante comprender el

martes, 8 de octubre de 2013

¿Qué es la agresividad canina?: PARTE I

perro agresivo


Las conductas de agresión son algo "normal" en la naturaleza de cualquier animal siempre que entre en un contexto razonable de competición por recursos, como puede ser el alimento o la reproducción sexual. Así mismo el exceso de estas conductas agresivas se podría considerar un gasto inutil de energía y tiempo por parte del animal. Por otro lado tenemos los lenguajes ritualizados que regulan la agresión en los grupos. Los perros tienen una gran variedad de señales sociales ritualizadas que usan para comunicarse y limitar la competición y por lo tanto prevenir las agresiones, es lo que llamamos señales de dominancia y sumisión. Por lo tanto la dominancia y la sumision no implican agresividad sino todo lo contrario y ni se acerca ni mucho menos a la idea que mucha gente tiene cuando habla de "este perro es dominante o sumiso". Estas son algunas de muchas explicaciones que podemos dar a la agresividad y que por lo tanto nos demuestran que la agresividad en sí misma se da en los momentos y contextos más razonables dentro de una convivencia de animales normo-socializados, es una conducta perfectamente controlada y asumida como parte de la vida en grupo.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Enseñar la llamada (think&play)

En este vídeo os muestro como realizar la llamada con vuestro perro. Nuestro método think&play no es nada nuevo pero le hemos llamado así porque nos gusta que el perro piense siempre cuando está aprendiendo y que aprenda mientras está jugando. De esta manera afianzamos más los comportamientos ya que en el juego es cuando más se aprende y si somos capaces de controlar el juego y que el perro piense a que estamos jugando entonces obtendremos buenos resultados.

lunes, 16 de septiembre de 2013

5 consejos para enseñar a tu cachorro a no hacerse pis y caca dentro de casa

1. Delimitar el espacio

Tener un parque para cachorros es una muy buena idea para enseñar a nuestra mascota a no hacer las cosas por toda la casa. El truco no consiste tanto en "no enseñar" sino más bien en "no dejar que aprenda", es decir, no dejar que aprenda a hacerlo por todos lados hará que aprenda a hacerlo en su sitio. Este sitio es recomendable que tenga una superficie distinta al suelo de la casa, yo recomiendo un suelo de plástico lavable que podemos encontrar en cualquier tienda de bricolaje. El truco es enseñarle a hacerlo en un tipo de superficie concreta

domingo, 8 de septiembre de 2013

¿Agresividad o miedo?

En muchas ocasiones nos hemos encontrado con perros peleones, macarras o directamente con una conducta de agresividad que "asusta". Pues, aunque no lo parezca, en la gran mayoría de las ocasiones estas reacciones vienen del miedo y no determinan que tengamos ante nosotros un "perro agresivo", sino más bien un perro con "un comportamiento de agresividad". Hemos de diferenciar muy bien estas dos cosas si no queremos llegar errores en el diagnóstico y por lo tanto en la terapia a seguir para la resolución del problema.

¿Qué hacemos si nuestro perro tiene una conducta de agresividad debido al miedo? Incialmente debemos de contactar con un profesional experto en comportamiento canino y buscar ayuda para solucionar el problema. Queremos recalcar que lo que tenemos entre manos es un problema de comportamiento y no de obediencia con lo cual con adiestramiento no solucionaremos nada aunque logremos controlar ciertas conductas. De este mismo modo hay que asegurarse que el profesional con el que contactemos trabaje con metodologías en positivo y no use ni collares de puas, descargas, ahogo o base su entrenamiento en tirones de correa, dominancia, sumisión o imposiciones de conductas. El buen profesional deberá de realizar una evaluación previa del problema hablando con los propietarios para saber todo lo que necesite referente al perro, al contexto que lo rodea, a su historia o cualquier otro dato relevante.

martes, 3 de septiembre de 2013

Cuándo ha llegado el momento de aceptar las críticas sobre la manera de jugar de nuestro perro

Image
Muchas personas se ofenden cuando otro propietario pone en duda el comportamiento de su perro a la hora de relacionarse con los demás en el parque o el pipi-can.
Y, aunque es verdad que hay gente muy quisquillosa (para qué vamos a decir que no), todos y todas deberíamos tener claro que nuestro perro no está jugando de forma adecuada si:

1- No muestra señales claras de invitación al juego: me refiero a la típica postura denominada de play bow que puede verse en la foto de este post (patas delanteras apoyadas sobre el suelo y culo + patas traseras levantadas).

2- Ha perdido el control emocional de la situación: nuestro perro está totalmente sobre excitado.

3- No muestra inhibición de la mordida: muerde con tal intensidad que provoca dolor en el otro perro e incluso heridas. 

4- No existen pausas durante el juego: no hay momentos de descanso sino que el perro ha entrado en un frenesí difícil de frenar.

5- Nuestro perro no se pone nunca en situación de desventaja: hace que el otro se sienta continuamente acorralado. Si es así, lo notaremos porque el perro que se encuentra en situación de inferioridad intentará huir, morderá, chillará, se girará evitando el contacto o intentará apartar a nuestro perro con la pata.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Ansiedad por separación: mucho más frecuente de lo que creemos

libro destrozado














 


La ansiedad por separación es un problema de comportamiento mucho más común de lo que la gente cree, en un mayor o menor grado se da de manera frecuente en muchos perros hoy en día. El término "ansiedad por separación" ha sido por desgracia demasiado usado sin el criterio adecuado por muchas personas que creen ser conocedoras de este problema de comportamiento pero que lo confunden con otras problemáticas como una conducta exploratoria excesiva o un desorden de ansiedad, no todo perro que destroza, ladra o se orina en casa ha de padecer ansiedad por separación, es necesario primeramente hacer un estudio del comportamiento para luego dar un diagnóstico correcto.

Cuando un perro es tratado como un miembro humano de la familia con un nivel de afecto y cariño que en principio debería de estar reservado para los niños, entonces es cuando empiezan los problemas. Para la mayoría de la gente la relación con su perro es muy gratificante y el contacto directo es buscado por ambas partes, se convierte la relación en algo que proporciona placer terapéuticamente hablando. La mayoría de los perros no suelen tener problemas por quedarse solos en casa, y aunque lo normal en cualquier perro es que no les guste esta soledad (cosa bastante lógica) suelen aprender a soportar sin problemas estas rutinas de separación. Algunos perros por el contrario responden de manera muy diferente a estas situaciones, mostrando signos de comportamientos de ansiedad, un estado emocional alterado y trastornos del pánico en algunas ocasiones. Los perros que son reactivos a estas separaciones tienen una serie de comportamientos no deseables que incluyen un estado emocional alterado que provoca unas conductas excesivas relacionadas con saltos, carreras, etc., excesivas vocalizaciones en forma de ladridos y/o aullidos, comportamientos destructivos sobre todo con las cosas que más huelen al propietario, puertas y ventanas, paredes, etc., y eliminaciones y/o defecaciones incontroladas. Si tu perro tiene todos o alguno de estos síntomas cuando le dejas solo en casa debes de consultar con un profesional que evalúe tu caso para que te confirme si efectivamente existe un problema de ansiedad por separación.